Infecciones vaginales: Qué son y por qué ocurren

Marta Moreno nos cuenta qué son las infecciones vaginales, por qué ocurren y nos da algunas claves para su tratamiento.
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Infecciones vaginales: Qué son y por qué ocurren

Las infecciones vaginales son muy comunes en mujeres de edad fértil y ocurren por una alteración de la microbiota vaginal que hace que haya un crecimiento de patógenos dando lugar a vaginosis bacterianas, infecciones de transmisión sexual o candidiasis vulvovaginal.

Infecciones vaginales, ¿Por qué ocurren?

La vagina está colonizada por diferentes microorganismos, entre los que predominan bacterias del género Lactobacillus. Esta colonización y dominancia por Lactobacillus es una de las características de una vagina sana.

Además, la alteración en la composición de la microbiota vaginal se puede dar en las diferentes etapas de la vida, por cambios hormonales o por el uso incontrolado de antibióticos. Es esta alteración de la microbiota vaginal la que produce distintas infecciones.

Vaginosis bacteriana ¿Qué es?

La vaginosis bacteriana es un desorden o enfermedad de la vagina que afecta entorno a un 10-20% de las mujeres en edad fértil. Es la vaginitis más común.

Ocurre cuando la microbiota vaginal sufre un cambio importante donde se ve reducida la población de Lactobacillus. Dentro de esta especie, Lactobacillus crispatus es productor de ácido láctico y de moléculas antimicrobianas por lo que desempeña un importante papel de defensa. Además de la reducción en la población de Lactobacillus, aparece un aumento de patógenos.

Esta disbiosis vaginal está asociada a un aumento del riesgo de infecciones del tracto urinario, candidiasis, problemas de fertilidad e ITS.

Vaginosis bacteriana y baja carga de Lactobacillus

La producción de bacteriocina y ácido láctico por parte de los Lactobacillus inhibe el crecimiento de microorganismos patógenos y mantiene el pH de la vagina. Estudios recientes demuestran que la vaginosis bacteriana está estrechamente relacionada con una disminución de Lactobacillus.

Esta reducción de Lactobacillus hace que haya un mayor crecimiento de patógenos que pueden pasar de la vagina a la vejiga y uretra produciendo infecciones del tracto urinario.

Tratamiento de las infecciones vaginales

En primer lugar, entre las medidas preventivas hacia la vaginosis encontramos mantener una microbiota diversa, incluir alimentos probióticos en nuestra alimentación, mantener una buena higiene vulvovaginal, practicar relaciones sexuales con protección y no abusar de los antibióticos.

Como tratamiento convencional y actual para tratar la vaginosis bacteriana, se encuentran los antibióticos. No obstante, estos antibióticos presentan una alta tasa de recurrencia y esto puede ser debido a dos mecanismos. Primeramente, encontramos que las bacterias asociadas a vaginosis bacteriana podrían estar implicadas en el desarrollo de la enfermedad. En segundo lugar tenemos que una mayor diversidad de la flora vaginal puede proteger del desarrollo de distintas infecciones. El uso de probióticos estaría orientado a mejorar la eficacia del tratamiento antibiótico.

Para concluir, aunque se necesitan más estudios, parece ser que el uso de probióticos como tratamiento o como terapia complementaria al tratamiento de infecciones vaginales son seguros y pueden mostrar beneficios tanto a corto como a largo plazo.