A medida que pasa el tiempo, los períodos menstruales de las mujeres se vuelven cada vez más distantes e impredecibles hasta que dejan de suceder por completo, lo que conlleva una gran variedad de síntomas. ¿Sabías que es posible aliviar estos síntomas a través de la microbiota?
¿Qué es la menopausia?
La menopausia se define como una época en el que la mujer deja de experimentar las menstruaciones durante al menos un año. Ocurre de forma natural entre los 45 y los 55 años dependiendo de la mujer. Se trata de un proceso gradual que puede tardar varios años y durante el cual los ovarios liberan cada vez menos óvulos y hormonas (estrógenos o progesterona) hasta que la función ovárica cesa permanentemente.
¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?
La menopausia viene acompañada de diversos síntomas que pueden aparecer años antes (perimenopausia) y pueden reducir la calidad de vida de la mujer. Los más frecuentes son:
- Cambios en las menstruaciones (duración, tiempo entre períodos…)
- Calores y/o sudores nocturnos
- Sofocos
- Dificultad para conciliar el sueño
- Sequedad vaginal
- Aumento de peso
- Cambios de humor
- Dificultad para concentrarse
- Menos cabello y más vello facial
Algunas posibles complicaciones derivadas de la menopausia son:
- Osteoporosis
- Enfermedades cardiovasculares
- Obesidad
- Hiperplasia endometrial y cáncer de mama o endometrio
- Periodontitis (infección de las encías) y xerostomía (boca seca)
Igual que el ciclo menstrual, la microbiota también cambia con la menopausia.
Nuestra microbiota intestinal guarda una estrecha relación con las hormonas sexuales gracias al estroboloma, es decir, un conjunto de bacterias capaces de influir en la circulación enterohepática de los estrógenos y así influir en sus niveles y excreción.
Estas bacterias también puedes desconjugar los estrógenos circulantes mediante la secreción de beta-glucuronidasa, transformándoles en su forma activa que puede reabsorberse en el intestino e ingresar al torrente sanguíneo.
Estos estrógenos se unen a los receptores y desempeñan el papel de estimular el desarrollo folicular, promover la densidad ósea y la protección cardiovascular entre otros. Así pues, la alteración del microbiota intestinal puede estar relacionada con la llegada de la menopausia.
En un metaanálisis se mostró que la microbiota intestinal a nivel de filo (Firmicutes, Bacteroidetes y Proteobacteria) no varía durante la menopausia, mientras que, a nivel de género, la abundancia relativa de Odoribacter y Bilophila en mujeres posmenopáusicas fue mayor que en mujeres premenopáusicas.
Sutterella, Roseburia y Blautia disminuían después de la menopausia, mientras que Prevotella, Parabacteroides y Bacteroidetes presentaron una tendencia ascendente. También hubo una correlación positiva entre el estradiol y las gammaproteobacterias, especialmente Shewanella putrefaciens y Erwinia amylovora.
El aumento de Bilophila intestinal en mujeres posmenopáusicas conduce a una mayor producción de sulfuro de hidrógeno, lo que puede provocar inflamación a nivel intestinal, daño a la mucosa y el paso de endotoxinas a sangre.
La reducción de los niveles de estrógenos en la menopausia no sólo está relacionada con cambios en la microbiota intestinal, sino también con cambios a nivel vaginal ya que estas hormonas femeninas son las encargadas de mantener el espesor epitelial, los niveles de glucógeno, la secreción de moco y el mantenimiento de un pH ácido gracias a la colonización vaginal de Lactobacillus spp.
La disminución de estos estrógenos influye en la población de Lactobacillus reduciendo su número, lo que afecta al pH y predispone a infecciones, sequedad e irritación vaginal.
Microbiota, ¿Puede ayudarte a aliviar los síntomas de la menopausia?
Los cambios en la composición de la microbiota intestinal durante la menopausia pueden mejorarse a través de intervenciones terapéuticas destinadas a corregir la disbiosis intestinal. Entre estas estrategias podemos encontrar:
- Una alimentación antiinflamatoria, rica en grasas mono y poliinsaturadas, polifenoles y fibra.
- Incluir alimentos que contengan soja ya que actúan como fitoestrógenos, ayudándonos en esta etapa.
- Manejo del estrés y realización de actividad física diaria. En este punto, podemos tomar distintas estrategias como meditar, hacer yoga, andar o practicar algún deporte. Es importante encontrar tiempo para nosotros y emplearlo en actividades que ayuden a evadirnos.
- Realizar cenas ligeras al menos 2 horas antes de acostarte para mantener una buena higiene del sueño.
- Realizar ayuno intermitente, es una estrategia para activar el complejo motor-migratorio que es un sistema de limpieza de nuestro intestino que nos permite eliminar microorganismos patógenos y restos de alimentos mediante una serie de contracciones.
- Incluir infusiones depurativas y antiinflamatorias para mejorar las digestiones y así mantener una correcta hidratación.
- Probióticos y otros suplementos para modular la microbiota intestinal y mejorar el estado de las mucosas.La evidencia sugiere que las bacterias del ácido láctico (BAL) son eficaces para aliviar los trastornos menopáusicos complejos. Las BAL son cocos grampositivos, generalmente peroxidasa negativos, levemente aeróbicos, tolerantes a los ácidos pertenecientes a los géneros Lactobacillus, Leuconostoc, Pediococcus, Bifidobacteria, Lactococcusy Streptococcus, reconocidos como probióticos.
- Promover la absorción intestinal de calcio y reducir una mayor disminución de la DMO (densidad mineral ósea) en mujeres con riesgo de osteoporosis o con osteopenia, retrasando así potencialmente el daño óseo.
- Reducir la incidencia de cáncer de endometrio y de mama (BC) y mejorar los síntomas genitourinarios.
- Promover el mantenimiento de un pH vaginal ácido.
- Mejorando la resistencia a la insulina, la dislipidemia y la inflamación, reduciendo así el riesgo cardiometabólico de la mujer posmenopáusica
Por lo tanto, la suplementación con probióticos tiene grandes perspectivas en el manejo de la salud menopáusica.
Consejos para aliviar los síntomas de la menopausia
Además de los consejos sobre alimentación y estilo de vida que podemos adaptar en la menopausia para cuidar nuestra salud intestinal, podemos adoptar ciertos hábitos que nos ayudarán a reducir los sofocos como son:
- Evita comidas y bebidas picantes o calientes, además del alcohol y tabaco
- Mantén la casa fresca
- Utiliza diferentes capas para vestirte y poder quitarte ropa cuando sientas calor
- Usa ropa ligera
- Bebe agua fría
- Utilizar sábanas de algodón u otras telas naturales que den menos calor
- Haz ejercicio y mantén un peso saludable