El análisis de microbiota intestinal se ha convertido en una herramienta fundamental para detectar desequilibrios como la disbiosis, y saber cuándo hacérselo puede marcar la diferencia entre vivir con malestar crónico o mejorar radicalmente tu bienestar.
En los últimos años, el interés por la salud intestinal ha aumentado exponencialmente. Y no es para menos: el intestino, ese universo bacteriano que alberga billones de microorganismos, es clave en nuestra salud general.
La microbiota intestinal está compuesta por bacterias, hongos, virus y otros microorganismos que viven en nuestro intestino. Cuando está equilibrada, todo funciona bien. Pero cuando hay un desequilibrio, conocido como disbiosis, pueden aparecer una serie de síntomas que muchas veces se confunden con otras afecciones o se normalizan.
Estos son algunos de los principales signos que indican que podrías necesitar un test de microbiota intestinal:
Una microbiota desequilibrada afecta tanto al sistema digestivo como al inmunológico y al sistema nervioso:
Si experimentas varios de los síntomas mencionados y estos no mejoran con cambios en la dieta o tratamientos convencionales, es hora de considerar un estudio del microbioma intestinal. Este análisis no solo detecta una disbiosis, sino que también ayuda a trazar un plan personalizado de alimentación y suplementación.
Cada vez más profesionales de la salud están recomendando este test como una herramienta diagnóstica crucial. No esperes a que los síntomas empeoren. Si tu cuerpo está enviando señales, escúchalo. Puede que el equilibrio empiece por el intestino.