Candida Albicans: 5 preguntas frecuentes que debes tener en cuenta

Candida albicans

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Candida albicans: 5 preguntas frecuentes que debes tener en cuenta

¿Por qué tenemos Candida de forma natural en el cuerpo y por lo tanto no nos afecta?

Candida en forma de levadura existe dentro del mundo de los microorganismos que nos colonizan. Vive en nuestra piel, nuestras mucosas y en el intestino en pequeña cantidad donde nos ayuda a digerir los hidratos de carbono y absorber nutrientes. Existen alrededor de 150 especies distintas, pero solo unas pocas causan infecciones y la más relevante clínicamente es Candida albicans.

En ciertas circunstancias, su genética cambia: Candida albicans es exquisitamente sensible a su entorno y cualquier cambio de temperatura, pH o lo que le rodea puede provocar su transformación. Crece y cambia morfológicamente, pasando de una forma de levadura unicelular a un hongo filamentoso (multicelular) con un crecimiento de mécelas que invaden los tejidos y los destruye, provocando una reacción del sistema inmunológicos que desencadena un proceso inflamatorio.

En una disbiosis, el desequilibrio en los grupos de bacterias que rodean Candida puede cambiar el tipo de comunicación que existe entre ellas (quorum sensing) y generar la acumulación de señales que provoquen el crecimiento y la mutación de Candida en forma de hifas. El cambio morfológico de Candida es lo que diferencia una colonización de una invasión que puede provocar una infección.

¿Una candidiasis puede ser grave?

Candida vive en todas partes, fuera y dentro del cuerpo en condiciones normales. El sistema inmunológico suele mantener su colonización bajo control. Cuando está alterado, por ejemplo después de una toma de antibióticos, en una disbiosis crónica o en pacientes inmunodeprimidos, permite los cambios morfológicos y su proliferación filamentosa provoca la infección. En la mayoría de los casos esta infección se resuelve con un tratamiento antifúngico y/o una prevención adecuada (dieta, higiene de vida). En pacientes más vulnerables (con edad avanzada, patologías asociadas, o pacientes inmunodeprimidos hospitalizados), entre el 10 y 20% de las candidiasis se pueden complicar y ser invasivas, provocando una infección sanguínea (sepsis), peritonitis o una infección en los huesos.

¿Cómo nos daña habitualmente?

En su forma micelar es un microorganismo oportunista que sintetiza una gran cantidad de toxinas (unas 80) que modifican la bioquímica del organismo. Produce mucha inflamación, irritación y altera el sistema inmunológico, lo que puede traducirse en:

– síntomas a nivel intestinal: gases, hinchazón, distensión, estreñimiento y/o diarrea, ventosidades normalmente poco olorosas, alteración de la permeabilidad intestinal con malabsorción de nutrientes, intolerancias y/o sensibilidades alimentarias, acidez/ardor, etc;

– síntomas a nivel vaginal: exceso de mucosidad, picores, infecciones;

– dolores musculares, dolores en las articulaciones;

– bloqueo de la acción de ciertas enzimas como la DAO, produciendo histaminosis;

– alteraciones del sistema inmunológico: problemas autoinmunes, alergias, infecciones crónicas;

– problemas de piel como eczema, urticaria, rosácea;

– desequilibrio hormonal.

A nivel de cerebro, Candida genera compuestos que bloquean las rutas de neurotransmisores que interviene en nuestro bienestar, concentración, sensación de tranquilidad, sueño (serotonina, triptófano), lo que puede provocar cambios de humor, ansiedad y depresión: se estima que el 90% de la serotonina se sintetiza en el intestino. Con el sobrecrecimiento de Candida en forma micelar, se forman capas que inhabilitan el intestino para sintetizar la serotonina.

Otra de las curiosidades alrededor de los cambios de Candida es que puede generar un síndrome de fermentación automática: son personas que, sin beber una gota de alcohol, tienen una tasa elevada en el cuerpo con todos los síntomas asociados a la ebriedad. Este estado se puede explicar por una alta fermentación intestinal alcohólica a partir de los hidratos de carbono causada por el sobrecrecimento de Candida albicans.

¿Quién es más susceptible de sufrir episodios de candidiasis y qué factores contribuyen a su aparición?

Los factores más comunes que pueden provocar una candidiasis son: antibióticos, alimentos procesados, con azúcar, estrés.

Entre las personas sanas, las mujeres suelen ser las más afectadas: es 8 veces más frecuente en mujeres que en hombres.

Es una afección bastante común: el 75% de las mujeres sanas sufren candidiasis al menos una vez en la vida.

Una mujer puede ser más propensa a desarrollar una candidiasis por un desequilibrio hormonal con una alta cantidad de estrógenos: en un estudio, los  investigadores han analizado el papel que pueden tener las hormonas para iniciar el cambio morfológico de Candida y concluyen que esta influenciado por los estrógenos.

Los cambios hormonales con aumento de estrógenos, como el embarazo o ciertas fases del ciclo menstrual, aumentan la producción de glucógeno en la mucosa vaginal, lo que sirve de alimento para Candida que prolifera más fácilmente en caso de pérdida de homeostasis del medio.

Los anticonceptivos o terapias hormonales con altas dosis de estrógenos pueden favorecer las candidiasis.

¿Por qué es difícil deshacerse de una candidiasis?

Candida puede tolerar los tratamientos antimicrobianas desactivándolos, extrayéndoles de la célula o ralentizando su crecimiento frente a tratamientos crecimiento-dependientes, lo que la hace persistente en ciertas infecciones.

Por otra parte, Candida albicans es muy sensible al contexto en el que se encuentra como hemos visto antes. En caso de disbiosis intestinal no corregida, se pierde la homeostasis de las mucosas y las infecciones pueden ser recurrentes: en el 98% de las mujeres con candidiasis vaginal, existe un repertorio intestinal de Candida responsable de las futuras infecciones de repetición.