Microbiota vaginal y fertilidad

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Microbiota vaginal y fertilidad

La microbiota vaginal es la comunidad de microorganismos que habitan de forma natural en la vagina y desempeñan un papel fundamental tanto en la salud íntima como en la fertilidad femenina. En condiciones normales, predominan bacterias beneficiosas del género Lactobacillus —como L. crispatus, L. jensenii o L. gasseri— que producen ácido láctico, mantienen un pH ácido entre 3,8 y 4,5 y crean una barrera natural frente a bacterias y hongos dañinos.

Cuando la microbiota está equilibrada, protege de infecciones y ofrece un entorno favorable para la implantación y el desarrollo del embarazo. Sin embargo, cuando se altera (disbiosis), aumenta el riesgo de vaginosis bacteriana, candidiasis o infecciones urinarias, además de complicaciones reproductivas.

Microbiota vaginal y fertilidad: cómo influye en la concepción

Cada vez más estudios demuestran que la microbiota vaginal y la fertilidad están estrechamente relacionadas. Un ecosistema dominado por Lactobacillus crispatus se asocia a mayores tasas de concepción natural y mejores resultados en reproducción asistida. Por el contrario, una flora vaginal desequilibrada, con predominio de bacterias anaerobias como Gardnerella o Prevotella, puede dificultar la implantación embrionaria, favorecer abortos tempranos y aumentar el riesgo de parto prematuro.

¿Cómo influye la microbiota en la fertilidad?

Tipos de microbiota vaginal (CST) y su relación con la fertilidad

La microbiota se clasifica en Community State Types (CST), que ayudan a comprender cómo afecta cada estado a la salud y la reproducción:

  • CST I, II y V, dominados por lactobacilos protectores, mantienen un entorno estable y favorable para la fertilidad.
  • CST III, con predominio de L. iners, es menos estable y puede evolucionar hacia un desequilibrio.
  • CST IV, caracterizado por pérdida de lactobacilos y abundancia de bacterias anaerobias, se asocia a mayor riesgo de infecciones, inflamación y problemas reproductivos.

Señales de alerta de una microbiota vaginal desequilibrada

La disbiosis vaginal puede manifestarse con síntomas como picazón, flujo con mal olor, cambios en el color o la textura del flujo y molestias al orinar. Estos signos son una advertencia de que la microbiota vaginal no está en equilibrio y, si se prolonga, también puede comprometer la fertilidad.

Cómo cuidar la microbiota vaginal y mejorar la fertilidad

El cuidado diario es esencial para proteger tanto la salud íntima como la capacidad reproductiva. Evitar duchas vaginales y productos perfumados, utilizar higiene suave con pH neutro, mantener una alimentación rica en fibra y probióticos naturales, y acudir a revisiones ginecológicas periódicas son hábitos que ayudan a preservar una microbiota sana y, con ello, favorecer la fertilidad.

 

Conclusión

La microbiota vaginal es mucho más que un indicador de bienestar íntimo: es un factor determinante en la fertilidad femenina y en la evolución del embarazo. Conocer su estado permite prevenir complicaciones, aumentar las probabilidades de concepción y proteger tanto a la madre como al futuro bebé.

En el Instituto de Microecología ponemos a disposición el Wellmicro Vaginal Test, una herramienta que analiza en profundidad la flora vaginal para detectar desequilibrios y diseñar estrategias personalizadas. De esta manera, es posible restablecer el equilibrio, mejorar la salud íntima y apoyar el deseo reproductivo de cada mujer.