Test de microbiota intestinal, ¿por qué hacérmelo?

Un test de microbiota intestinal nos ayudará a conocer el desequilibrio de la microbiota intestinal para poder relacionarlo con los síntomas y orientar mejor el tratamiento. Es una herramienta diagnóstica más que puede sernos muy útil para poner una “etiqueta” a lo que nos pasa.

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Microbiota intestinal, ¿Qué conocemos de ella?

Nuestra microbiota no son sólo bacterias. Llamamos microbiota a un ecosistema completo formado por bacterias, virus, hongos y levaduras que viven en equilibrio y desempeñan funciones esenciales para nuestro organismo como son el entrenamiento constante del sistema inmune, la producción de ácidos grasos, hormonas y neurotransmisores o la participación en los procesos de digestión.

Pero además de todo esto, sabemos algunos datos muy curiosos:

  • Puestas una al lado de la otra, darían la vuelta al mundo…¡ 2 veces y media!
  • La microbiota intestinal es la que más microorganismos tiene de todas las microbiotas y pesa unos 200g
  • Siempre se ha creído que las células son la unidad más pequeña, pero lo cierto es que nuestras bacterias son entre 10 y 50 veces más pequeñas.

Aunque de forma natural nuestra microbiota está en equilibrio, existen distintos factores que pueden producir un desequilibrio y conducir hacia una disbiosis intestinal. Entre los factores implicados en la alteración podemos encontrar:

  • El tipo de parto, si ha sido natural o por cesárea. Esto va a influir en la conformación de nuestra microbiota intestinal ya que en el parto natural obtenemos la primera colonización de bacterias del tracto vaginal materno. En cambio, por cesárea nos estaríamos saltando este paso. Por suerte existen distintas técnicas para simular ese “chupito de bacterias”.
  • La toma o no de lactancia materna. La lactancia es el alimento ideal para el recién nacido y con ella continúa la conformación de nuestra microbiota y sistema inmune.
  • Nuestra propia genética nos puede condicionar a que tengamos una mayor predisposición a una disbiosis intestinal.
  • La toma abusiva de medicación.
  • El tipo de alimentación que llevamos va a influir en el estado de la microbiota intestinal. Un tipo de alimentación proinflamatorio, contribuye a desarrollar un perfil microbiano del mismo tipo.
  • Estrés. Cada vez hay más evidencia de la conexión intestino-cerebro.El estrés es uno de los principales factores que alteran nuestra microbiota y por tanto el eje intestino-cerebro.

¿Por qué hacerme un test de microbiota intestinal?

Un test de microbiota intestinal nos permitirá conocer la estructura y composición de la microbiota para:

  • Optimizar el estado de salud.
  • Interpretar sus posibles repercusiones sobre nuestra salud.
  • Conocer la causa de muchos síntomas y enfermedades.
  • Orientar la estrategia terapéutica específica.

Para una realizarte una analítica de microbiota intestinal, no es necesario presentar síntomas o enfermedades, puede realizársela cualquier persona que quiera mejorar su salud. Aún así, existen ciertas enfermedades y sintomatología donde una analítica de microbiota sería más interesante, como por ejemplo es el caso de:

  • Cuadros de diarrea, estreñimiento o ambos.
  • Dolor e hinchazón abdominal.
  • Síndrome de intestino irritable.
  • Enfermedades inflamatorias intestinales.
  • Intolerancias y alergias alimentarias.
  • Infecciones recurrentes.
  • Problemas de piel como acné, dermatitis o eczemas.

Test de microbiota intestinal, ¿Qué analiza?

En Instituto de Microecología contamos con distintas analíticas de microbiota en función de los parámetros que analizamos. En estos estudios, analizamos mediante técnicas de PCR y cultivo los distintos grupos funcionales de la microbiota intestinal como son la microbiota inmunomoduladora, protectora, muconutritiva, sacarolítica primaria, la neuroactiva y las bacterias proteolíticas. Pero también podemos analizar otros parámetros como son:

  • Microbiota portadora de LPS.
  • Zonulina.
  • Calprotectina.
  • Ácidos grasos de cadena corta.
  • Residuos digestivos.
  • Ácidos grasos iso.
  • IgAs.
  • Hongos y levaduras.
  • Parásitos.
  • pH e índice de resiliencia.
  • Número total de microorganismos.
  • El tipo FODMAPS.

Si tienes duda sobre qué analítica sería la más adecuada para ti, puedes contactar con nosotros para que te orientemos.