Histamina e histaminosis no alérgica: causas, síntomas y soluciones

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Histamina e histaminosis no alérgica:

causas, síntomas y soluciones

Funciones de la histamina

La histamina es una amina biógena producida por el cuerpo y presente en muchos alimentos de origen animal y vegetal.

Tiene una implicación en los procesos alérgicos (desgranulación de los mastocitos provocada por un alérgeno específico), pero tiene también un papel importante en procesos no alérgicos (ver infografía) que genera ligándose a sus 4 receptores repartidos en el cuerpo. Para su eliminación, es metabolizada principalmente por la enzima DAO (la diamino oxidasa que elimina la histamina exógena presente en el intestino) o la HNMT (intracelular). Las 2 enzimas son complementarias y se necesitan mutuamente, aunque la ruta metabólica de la HNMT sea menor y no esté implicada en el aumento de histamina en sangre ( histaminosis en sangre) .La DAO se almacena en las células epiteliales del intestino y es liberada bajo estimulación. Su máxima actividad se encuentra en intestino delgado y colon ascendente.

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Posibles orígenes de la histaminosis no alérgica o intolerancia a la histamina

Cuando el organismo no es capaz de degradar la histamina, se producen síntomas de forma crónica como: dolor abdominal, hinchazón, taquicardias, jaquecas, enrojecimiento de la piel, urticaria, aumento de las secreciones ácidas gástricas, pruritos, dolores musculares o articulares, trastornos de la memoria y del sueño, vértigos, etc.

1. Aumento de la histamina exógena

  • Aumento de histamina por disbiosis intestinal (incluido SIBO):

Un desequilibrio entre las familias de bacterias naturalmente presentes en el intestino puede producir un sobrecrecimiento de bacterias que generan mucha histamina (transformando la histidina de las proteínas). Se suele observar un patrón común en el que se identifica una disminución de las bifidobacterias y un aumento de las bacterias proteolíticas en pacientes con intolerancia a la histamina.

En pacientes con asma crónico, existe una disbiosis con alta presencia de bacterias productoras de histamina, lo que contribuye a la aparición de patologías mediadas por la histamina.

En otro estudio reciente se ha demostrado que la presencia elevada de bacterias productoras de histamina en el intestino tiene consecuencias inmunológicas en los pulmones (comunicación entre todas las mucosas del cuerpo).

  • Aumento de la histamina exógena a través de los alimentos: El contenido en histamina depende de la calidad del producto, el tipo de transformación y su almacenamiento. Depende de la presencia de bacterias que transformen la histidina en histamina en el alimento, entonces de la fermentación del producto. Los alimentos que tienen más probabilidad de tener una elevada cantidad de histamina son los que se deterioran fácilmente:

Pescados, carnes, quesos, lácteos, conservas, alimentos y bebidas fermentados, platos preparados, alimentos almacenados durante mucho tiempo, etc. La intoxicación a la histamina suele ser por mala conservación de alimentos como los pescados.

2. Disminución de la degradación de la histamina exógena (déficit de DAO)

El déficit puede ser:

  • Genético
  • Por alteración de la mucosa intestinal: Cualquier situación que conlleve una alteración del epitelio intestinal puede producir un déficit de DAO: disbiosis, SIBO, medicamentos, alcohol, alimentos procesados, etc.

¿Qué soluciones existen para reducir la sintomatología de la histaminosis no alérgica?

Cualquier sea la razón de la aparición de una histaminosis crónica no alérgica, empezar por una dieta baja en histamina parece ser efectivo y puede mejorar la calidad de vida. Sin embargo, es importante identificar el origen del problema y evaluar si existe una disbiosis intestinal.

¿Qué  soluciones existen?

Cualquier sea la razón de la aparición de una histaminosis crónica, empezar por una dieta baja en histamina parece ser efectivo y puede mejorar la calidad de vida. Sin embargo, es importante identificar el origen del problema y evaluar si existe una disbiosis intestinal.

Corregir la dieta para disminuir la histamina exógena

La histaminosis no alérgica suele ser el resultado de una combinación de factores y para su manejo terapéutico pasa por una cambio en la dieta para reducir la sintomatología.

Grupos de alimentos que suelen generar problemas en caso de histaminosis:

Carne: Salchichas, salami, embutido, jamón, etc.

Pescado seco o en conserva: arenque, atún, caballa, sardinas y anchoas, mariscos, salsas de pescado.

Queso: Todo tipo de queso duro, blando y procesado.

Verduras: Berenjena, aguacate, chucrut, espinacas, tomates, incluido el zumo de tomate/Kétchup.

Bebidas y líquidos:  Vinagre o alcohol de todo tipo, principalmente vino tinto, cervezas, champagne, Whisky y coñac; el alcohol en general reduce la degradación de la histamina y aumenta la permeabilidad del intestino y por lo tanto puede empeorar los síntomas de la intolerancia a la histamina.

Consejos para la dieta:

  • consume alimentos lo más frescos posible, que se conservan en la nevera
  • evita los alimentos procesados
  • cocina tú mismo/a todas tus comidas
  • ingiere alimentos que se parezcan lo más posible a su forma original
  • consulta con un profesional sanitario para tener una dieta variada y equilibrada, adaptada a tu perfil en caso de disbiosis.

Corregir la disbiosis intestinal para corregir el problema de tolerancia a la histamina

Modular la disbiosis podría ayudar a disminuir la histamina intestinal y reducir los problemas de histaminosis no alérgica. Consistiría en reequilibrar los procesos inflamatorios  a través del sistema inmune de mucosas y mejorar la calidad de la mucosa intestinal estabilizando el medio de la microbiota.