Las candidiasis son infecciones producidas por el hongo cándida. Estas infecciones se producen en cualquier mucosa del organismo y no sólo en la vagina.
Cándida es un hongo que vive con nosotros de manera habitual y participa en funciones como el metabolismo de los hidratos de carbono.
El problema aparece cuando hay una alteración de la microbiota intestinal, es decir, una disbiosis. Cándida aprovecha para crecer y cambiar de forma y es entonces, cuando provoca la infección.
La infección por Cándida spp. Se conoce como candidiasis. En la creencia popular, se piensa que las candidiasis sólo afectan a las mujeres produciendo candidiasis vaginal, pero esto no es así.
Cándida se puede desarrollar en cualquier mucosa del organismo produciendo entre otras, candidiasis intestinal o bucal.
Las infecciones por cándida suelen aparecer después de un desequilibrio hormonal, de toma de antibióticos o de algún proceso como quimioterapia o cirugía.
En muchas ocasiones, las candidiasis vuelven a aparecer. Esto es lo que conocemos como candidiasis recidivantes o de repetición.
Estudios muestran que las candidiasis de repetición ocurren porque existe un reservorio intestinal. Este reservorio sería el responsable de que cándida translocase de unas mucosas a otras volviendo a producir infección después de “erradicarla”.
Es entonces cuando nos planteamos que existe una disbiosis intestinal con sobrecrecimiento de cándida y, por tanto, orientaremos el tratamiento hacia candidiasis intestinal.
Aunque
A nivel intestinal hay un aumento de gases e hinchazón, diarreas o estreñimiento, mayor apetencia por alimentos dulces y aumento de la sensibilidad alimentaria (todo me sienta mal)
En cuanto a la candidiasis vaginal hay un aumento de picor y dolor en la zona vaginal y un exceso de secreción vaginal blanca y espesa.
Cándida produce más de 80 toxinas diferentes y puede bloquear rutas de neurotransmisores afectando a nuestra concentración, tranquilidad e incluso sueño y provocando cambios de humor.
Además, se ha asociado con la candidiasis el síndrome de fermentación automática, es decir, personas con candidiasis que no han bebido alcohol muestran síntomas asociados a la ebriedad.
Otros de los síntomas que se pueden asociar al sobrecrecimiento de cándida son la histaminosis alimentaria no alérgica, alteraciones del sistema inmune, problemas cutáneos como eczemas o urticarias y desequilibrios hormonales.
¿Qué podemos hacer si existen candidiasis de repetición
Lo primero es entender que, si se están produciendo varias infecciones por cándida al año, existe un reservorio intestinal.
- Podemos llevar una dieta para candidiasis, basada en alimentos lo mínimo procesado y sin azúcares añadidos evitando, además, productos lácteos y gluten.
- Realizarnos una analítica de microbiota intestinal donde evaluar si existe un desequilibrio microbiano y la presencia de cándida. Con esto podemos ver si existe sobrecrecimiento de cándida a nivel intestinal y podremos orientar así el tratamiento siempre de la mano de un profesional de salud.
- Podemos añadir a nuestra alimentación para candidiasis alimentos probióticos y antifúngicos naturales como el orégano, ajo o los clavos de olor.